En un instante, solo un momento.
Pasado el día llegará el momento de acostarte. Sin importar lo que haya pasado hoy, te recostarás en un lugar cómodo, apagarás las luces, tus parpados comenzarán a sentirse más y más pesados y, finalmente, cerrarás tus ojos. Pero antes de dejarte llevar al mundo de los sueños pasarás por un estado intermedio y advertirás…