Cuando vivimos situaciones límites, y estamos conscientes de ello, la percepción de la realidad cambia y el tiempo lo hace con ella. Los minutos se hacen horas, las noches eternas y cada instante puede ser el definitivo.
El momento de una gran decisión puede ser uno de esas situaciones límites, también cuando debemos atravesar un desafío grande que conlleva altos riesgos o el momento cuando estamos dependiendo de un resultado trascendente para nuestras vidas, la vida de quien amamos y que puede impactar en nuestro futuro. También puede ser la vivencia extrema de un accidente donde todo ocurre sin haberlo anticipado, en un instante y sin un control previo.
La intensidad física y emocional se hace extrema y casi sin darnos cuenta estamos “observando” al mundo desde un lugar totalmente distinto. Inmediatamente cambias nuestras prioridades y aquellas cosas que nos preocupaban y requerían prácticamente de toda nuestra atención, no solo pasan a un segundo plana sino que también desaparecen.
Es la oportunidad de entender un poco más eso que llamamos realidad y que no es más que la creación personal de una historia propia, única y a la vez compartida. La situación crítica nos enfoca necesariamente en el presente porque eso está ocurriendo “ahora”.
Estos instantes límites parecen presentarse como un paréntesis en nuestras vidas, pero ¿son situaciones que solo se dan muy de vez en cuando o es acaso algo mucho más cercano a lo que deberíamos sentir a diario? ¿Serán estas situaciones límite las que nos hacen ver la vida desde su verdadera identidad y finalidad? Y la pregunta del millón ¿Nos tienen que pasar situaciones límites y vivir experiencias del alto riesgo físico o emocional, para estar más atentos, priorizar lo que sí realmente nos importa y enfocarnos en el ahora?
Cuando vivimos experiencias de este tipo, sin calificarlas como buenas o malas, pero si intensas y trascendentes, solemos sentimos más vivos, enfocados, con más energía. Muchas veces luego del evento vivido nos preguntamos ¿Cómo hice para aguantar tanto tiempo sin dormir, de dónde saqué tanta fuerza o cómo hice para enfrentar solo/a a esa situación, persona, etc.?
Todo es aprendizaje puro porque cambia todo, uno cambia, los demás cambian, el mapa mental cambia. Y no hace falta vivir una experiencia dramática para estar en este estado consciente, no es necesario sentir que todo puede cambiar en un solo instante y menos sufrir por ello.
¿Y si a nuestra vida cotidiana le incorporáramos esta consciencia del “ahora”?
¿Y si a esto le agregáramos la sonrisa permanente y el amor incondicional?
Asumo que nos acercaríamos mucho más al equilibrio personal y a ese estado interior que tanto estamos buscando. Nos sentiríamos más Vivos por el solo hecho de estarlo. Más Agradecidos por simplemente ver lo que nos rodea. Más Aceptados por solo dejar de cuestionar y victimizarnos por lo que nos pasa.
Gracias a todos por sus mensajes, son un poderoso flujo de energía que me hacen sentir, desde mi piel hasta la célula más pequeña de mi ser, el poder del amor.
¡Mucha vida Consciente para todos!
Carlos Sánchez.
NOVEDADES
Se viene la segunda edición del Curso ON LINE ¿CÓMO se hace para Cambiar? Luego de experimentar un primer taller maravilloso con excelentes comentarios, resultados y mucho aprendizaje, estoy armando un segundo, ahora reforzado. Pronto les informaré cuando comienza, valores, etc.
Y con casi cuarenta participantes estamos recorriendo con la Dra. Ingrid Kuster la mitad del Curso “CÓMO Negociar mejor, Comunicándonos”. Felices no solo por la convocatoria sino por la experiencia de aprendizaje que estamos compartiendo.