Aún seguimos planteándonos si es bueno cambiar o no. También nos preguntamos por qué debemos cambiar y si eso es necesario.
La discusión no es si es bueno o malo, o si queremos cambiar, sino ¿Quién gestiona los cambios en tu vida? Porque no aceptar y temer a los cambios es en definitiva no aceptarnos a nosotros mismos.
Porque todo cambia, todo se transforma, nada es igual nunca. Nos guste o no, somos el cambio que está sucediendo, ahora. El cambio es una condición biológica, natural, también humana y negarlo nos impide entender el mecanismo básico de la vida, nuestra propia vida.
Es clave darse cuenta que a lo que llamamos “cambio”, en lo cotidiano, es lo que nos han enseñado desde pequeños, básicamente lo entendemos como el paso de un estado a otro y así lo hemos aprendido a ver en forma lineal y limitada.
Creemos que hay un principio y un fin para todas las cosas signadas por el cambio. Vemos a las cosas en forma polarizada, blancas o negras, buenas o malas, verdaderas o falsas. Pero si alguien nos preguntara ¿Cómo vemos el proceso de la respiración? podríamos decir que es la combinación de inspirar y espirar, o ¿Qué es un día completo? Responderíamos que es la sucesión de muchos estados y la transformación del día a la noche y de la noche al día. ¿Y cómo vemos las holas del mar? En esa sucesión de entrada y salida constante, sin poder reconocer dónde comienzan o terminan.
En mi libro ¿Cómo se hace para cambiar? Expreso que… “ser un observador consciente es ampliar tu percepción de la realidad, elevando tus estándares, asumiendo la responsabilidad y potenciando tu capacidad creadora”…
Nos resistimos al cambio porque no entendemos que él es necesario para que se dé un proceso vital y creativo. No eres una sucesión de cambios a los que hay que resistirse para no enfermar, envejecer o morir. La realidad no es un conjunto de cambios que hay que evitar o en lo posible controlar y dominar.
Eres parte de un proceso superior, vital, natural, energético y espiritual. Una pulsión de vida que se expresa de mil formas diferentes. El cambio es ese ir y venir de las olas, y que juntas crean el mar. O ese inspirar y espirar que hace que tu corazón lata y tu sangre circule, creando vida.
El cambio es ese fluir que todo lo crea en un movimiento eterno.
No te veas linealmente (eres más elevado que eso) sino seguirás temiéndole a cambiar, tampoco solo te quedes con partes de la realidad y mírala desde una perspectiva más amplia. Sino seguirás sin darte cuenta del proceso del que eres parte y no aprenderás a fluir con los cambios para poder seguir creciendo y creando.
Mucha vida para todos!!
Carlos Sánchez
En marzo 2020 iniciamos la segunda edición del curso “Cómo se hace para cambiar”. Para mas información podes engresar en el siguiente link: https://www.terapiacomunicacional.com/1034-2/
Mariana: “Un antes y un después!!! Dejé de caminar en redondo, repitiendo siempre lo mismo sin obtener resultados, para empezar a caminar en línea recta teniendo un objetivo claro de a donde quiero llegar, y sabiendo que está en mí el poder para lograrlo más allá de los obstáculos que se me presenten. Gracias Carlos por mostrarnos el camino y seguir acompañándonos!!!”
Los cupos son limitados. En el valor del curso se incluye el e-book del libro “CÓMO se hace para cambiar?” que también servirá de guía y material de lectura del curso taller.