La afirmación del título de esta nota es cierta, nadie quiere pasar por el dolor o desánimo que provoca equivocarse. Y especialmente si el error provoca un resultado inesperado que afecta a otras personas o a nosotros mismos en forma importante.
La relación que las personas hemos construido con la equivocación es compleja y muy confusa porque determina nuestra calidad de vida. Nos han enseñado que equivocarse está mal y que hay que evitar el error de todas las formas posible.
Y es razonable querer que las cosas salgan exactamente como las deseamos pero lo que es inaceptable es vivir pensado que deberíamos ser perfectos. Desde pequeños construimos una relación con los resultados de amor u odio. Si logramos el objetivo recibimos amor y reconocimiento, si un error nos saca del rumbo nos atacamos y maltratamos.
No tengas miedo a equivocarte porque es una de las formas más eficientes de aprender.
No pongas toda tu atención en los problemas, es una forma muy eficaz de provocarlos.
No creas en los fracasos, no sirve para nada sufrir, mejor tómalos como resultados no esperados.
Si no quieres equivocarte harás muy poco y los poco con mucha tensión. Si te preocupan los problemas, no estarás haciendo nada aún efectivo para resolverlos, recién cuando te OCUPAS sin temor a equivocarte estarás enfocando en la solución y aprendiendo de ellos.
Y si te prometes que “sin importar lo que pase”, con o sin errores, que nunca más te abandonarás, ni te atacaras, ni te maltratarás por un resultado, sea el esperado o no, puedes lograr todo lo que te propongas.
¡Mucha vida para todos!
Carlos Sánchez.
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Te espero. Carlos Sánchez
