¿Qué es importante para vos?
En mis encuentros de Terapia Comunicacional, dos preguntas surgen con frecuencia: ¿Cuáles son las cosas más importantes en su vida? y ¿Qué es lo que más valora?
Las respuestas que obtengo me proveen de información clave sobre la otra persona. Podré identificar las cosas que la motivan, que la potencian y que la hacen sentir bien; y especialmente, cuales son aquellas cosas, conductas o emociones que le restan poder personal.
Nuestros valores son las creencias particulares, personales e individuales que sustentamos en relación con lo que nos parece importante. Ellos rigen nuestro estilo de vida y determinan cómo reaccionaremos ante cualquier experiencia vital. Vamos construyendo nuestro sistema de valores y reglas desde nuestra infancia a partir de la influencia de las personas de nuestro entorno, de nuestras experiencias y de nuestro medio ambiente. Descubrir y analizar nuestros valores y reglas nos permitirá ser congruentes con nuestros objetivos, resolver conflictos internos y relacionarnos mejor con los demás.
Un buen ejercicio es preguntarnos ¿Qué es importante para mí hoy?, ¿Qué es lo que me impulsa a hacer lo que hago, a sentir lo que siento?, ¿Qué vida estoy viviendo?, ¿Qué vida estoy eligiendo vivir? En oportunidades, las respuestas a estas preguntas pueden ser desconcertantes. Nos marcarán claramente qué es importante para nosotros, aquello que valoramos más y con lo que nos identificamos.
Luego podemos hacernos nuevas preguntas: ¿Eso con lo que nos identificamos y que valoramos tanto, es realmente así?, ¿Son cuestiones tan importantes? Por ejemplo, si valoramos mucho el éxito personal, ¿Es el éxito personal tan importante, como para invertir en él la mayor cantidad de horas de nuestras vidas?, ¿Quién me dijo que debía ser exitoso? ¿Qué voy a sentir cuando lo logre?,¿Por qué no puedo sentirme así ahora mismo, con lo que ya soy y con lo que ya tengo?, ¿Qué es ser exitoso realmente ? ¿La carrera de quien estoy corriendo?, ¿Quién me puso en esta pista y me baja la bandera de largada y de llegada?, ¿Qué gano pensando y sintiendo así? y ¿Qué estoy perdiendo? Quizás estoy perdiendo cosas que también valoro, pero que por alguna razón estoy ubicando más abajo en mi escala de valores. Tal vez, al no priorizarlas paso menos tiempo con los que amo, disfruto menos de la naturaleza, me alejo de mí mismo, de mi aquí y ahora.
Observo a diario la desazón de las personas que advierten que están viviendo la vida de otros, que sus valores actuales son los que sus padres tenían bajo circunstancias totalmente diferentes y que el motivo de su insatisfacción personal es que, simplemente, no se han preguntado: ¿Qué es importante para mí HOY? Puede causar algún temor plantearnos estas preguntas, ya que con las respuestas podemos inferir que algo debemos cambiar en nuestra vida, en particular los aspectos que nos causan sufrimiento o aquellos con los que no estamos conformes.
El beneficio de hacerse estas nuevas preguntas también puede se motivador. Podemos cambiarnos, reinventarnos y lograr ser lo que siempre quisimos ser. Y lo más increíble es que no necesitamos de nada ni de nadie para lograr sentirnos plenos y en paz. Sólo depende de qué valoremos y en qué pongamos nuestra atención.
Mucha vida para ti!!
Carlos Sánchez
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